lunes, 15 de febrero de 2010

Restaurante Ana (Santiago de Compostela)

Fue en los primeros días del 2010, cuando visité por fin este restaurante y es que lo tenía en el punto de mira desde hacía tiempo. Mi principal sensación a la hora de visitarlo era "a ver que tal me encuentro fuera del Nove"; parecerá de chiste, pero es qué si tuviese ganas de caminar podría ir a pie mis venerados Casa Marcelo o El Mercadito... ... reconozco mi obsesión por ambos, pero veréis lo que se alegró mi cartera de haber elegido el restaurante Ana .

Se que a muchos os parecerá de mal gusto mi costumbre de mostrar las facturas, pero yo lo hago con la intención de informar y colocar a cada uno en su sitio en todos los términos posibles. El factor económico es sin duda un punto a tener en cuenta a la hora de elegir un local, para casi todo el mundo. Advierto que en mi opinión hay sitio para todos, no critico la gestión generalizada de los locales; pero el catálogo de la restauración es muy amplio y a la hora de elegir debemos contar con muchos factores.

¿Que por que digo esto?; pues bien, si nos fijamos en panorama gastronómico gallego, veremos que al igual que en otros sitios, tenemos la alta cocina con una decena, o si me apuráis incluso en torno a una veintena de baluartes "pasarela" y por cada uno de ellos unos cuantos pret a porter.
Perdonad la comparación, pero si le vale a Ferran Adriá, ¿por qué no a mi?.
Pues bien el restaurante Ana se encuentra dentro de mi personalísimo baremo, entre este pret a porter; ofreciendo un completo menú degustación a 28 euros, cuando por una calidad similar tengo abonado cerca de 40. Por no hablar de los vinos, que reducen el precio con respecto a otros locales entre un 10 y un 40% (en alguno de ellos ni siquiera contamos con un servicio o almacenamiento superior que justifique este incremento en alguna medida).

El local se encuentra tal y como he mencionado en la zona vieja de Santiago y es un auténtico remanso, con un impresionante patio interior. Enmarcada dentro de un contexto de casa antigua restaurada o enaltecida con algún toque de modernidad, la verdad que sorprendente y agradable. La decoración interior es intima y acogedora, aprovechando el entorno y la iluminación es más que correcta. La entrada del local accede directamente a una amplia barra que se sitúa entre la cocina y los comedores.
Debo decir que el menaje es bastante bueno, sin llegar a la primerísima calidad, pero correcto, al igual que los asientos. En cuanto a la carta, sin ser demasido extensa está bien esquematizada y ofrece todo lo necesario, repito que a muy buen precio. Con la carta de vinos os podéis esperar más o menos lo mismo, pues es suficientemente completa y con unos precios que da gusto pagar
Mi intención era la de pedir el menú degustación y costando este 28 euros (iva incluido) probablemente lo hubiese preferido a pedir por carta si esa fuese mi intención inicial.
Para regar el menú me rebané los sesos considerablemente, hasta que delante de mis ojos pude ver el Neo del '06 a 37 euros; tengo pagado 49 por la misma añada. ¿Que decir de este vino?; pues que lo probéis. La cosecha de ese año dio como resultado 22.000 hermosas botellas de un vino que, tal y como lo describen en la carta de Pepe Vieira, es "puro rock & roll". No se podría resumir mejor; pese a no ser ningún "entendido" en la materia, bebiendo este vino no te puedes aburrir jamás; el baile de aromas y sabores (vainilla a saco) es una constante alegría para el paladar, una montaña rusa, vamos.
He de confesar que estaba intentando encontrar un maridaje más adecuado para el menú, pero sencilamente no me pude resistir al valor seguro del Neo.

Del servicio me llevé una impresión buena sin más; lo que si me llamó la atención es que tanto en sala como en cocina sólo hubiese chicas. Muy agradables ellas; me recomendaron visitar algún que otro restaurante de la zona y me anotaron sus nombres en una hojita; muy amables, que más puedo decir.

Vamos con la pitanza:


Como aperitivo me sirvieron unos rollitos de gambas, diría que con pasta filo. Bien, calentitos y ricos, aunque puede que un pelín pasados de cocción.



Continuamos con un timbal con gambas o langostinos, no recuerdo, y verduritas. Muy rico, el tema iva in crescendo... Los puntos correctos.




Siguiente plato; brocheta de vieira y salmón sobre arroz caldoso. ¡Pedazo ración!, me hubiese valido para compartir. La brocheta muy rica, aunque el salmón mandaba demasiado y el arroz, sencillamente espectacular.



El último de los salados fueron la carrilleras sobre fondo de patata, con puré de castañas y manzana caramelizada. Buenas, sin llegar al delirio o a la emoción, pero con una preparación correcta y una buena combinación de sabores que se elevaba ayudada por el Neo.


Comenzamos el apartado postres con unos exquisitos y originales canutillos crujientes de manzana rellenos de compota de manzana y sorbete de manzana asada. Perfecto el sorbete con un leve punto de amargor y ¿qué me contáis de los canutillos hechos con finísimas rodajas de manzana caramelizada rellenos de una finísima compota?. Un plato del que cualquier cocinero estaría orgulloso, dada la lograda combinación de texturas partiendo de la manzana como elemento principal.


Para rematar un postre lácteo, que me gustó incluso más que el primero; una crema de mascarpone sobre puré de mango. ¡Que rico y que suave!
Totalmente repleto remato la faena con dos cafés expressos, alegrándome de poder recomendar un restaurante de cocina contemporanea en el que se podría tomar un delicioso y completo menú degustación por poco más de 30 euros.


LA CUENTA:

  • Menú degustación.....28
  • Neo..........................37 TOTAL: 67,40 euros
  • 2 Cafés......................2,40
ACTUALIZACIÓN:
El domingo 21 de febrero coincidiendo con la apertura del recinto para el Forum Gastronómico 2010; visité Santiago y me reuní con un par de colegas. La verdad que se nos hizo tarde y dada la flexibilidad de este establecimiento; fuimos parar al mismo y repetí el menú degustación sin rechistar. El único cambio que se produjo en dicho menú, fue alguna que otra presentación.
Mis acompañantes quedaron impresionados por el local y más que satisfechos por el menú al que dicho sea de paso, fui invitado. ¡Gracias pareja!

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